A pesar de que estamos en Francia no queríamos perder la ocasión de celebrar nuestro particular «San Sebastià». Así que nos fuimos para el Leclerc y compramos sucedáneos de cosas que se parecen a las que comemos en Mallorca.
La cosa quedó bastante aparente y a pesar del frío pudimos disfrutar de nuestra torrada «como está mandao»
Además, era el primer Sant Sebastià para David y eso de una fiesta con comida le gustó bastante.






