Con Cahors nos une un vinculo especial.
Fue nuestra primera opción cuando se nos metió en la cabeza la locura esta de venirnos a Francia, pero el destino quiso que al final acabáramos en Montauban (suponemos que para bien).
Es por eso que queríamos que fuera uno de los primeros sitios que visitásemos y la verdad es que, a pesar de que el sitio nos encantó y es precioso, como lugar para vivir creo que hemos acertado con la elección.
Eso no quita que pasásemos un día estupendo visitando Cahors y disfrutando del día soleado.
Me encantó su río, más ancho y despejado que el la parte de Montauban.
Descubrimos en lo alto de una colina un mirador desde donde se puede contemplar toda la pequeña ciudad y observar claramente como se ha formado en el meandro del río.
Con esas vistas y con ese día era el sitio perfecto para hacer un alto en el camino.
Relajarse, tirarse en el cesped, jugar a la pelota, saltar a la comba y que los pequeños trasteasen con sus juguetes.
Me parece el lugar perfecto desde donde poder contemplar el atardecer. Ese día no hubo tiempo, esperemos que pronto.
















