Hace unos días y aprovechando la llegada del buen tiempo fuímos de excursión por los alrededores de Montauban. Queremos descubrir todos los secretos que nos guardan los pueblos vecinos y todos sus magníficos paisajes.
El elegido fue Caylus, un pueblo que nos sonaba debido a uno de los juegos de la colección de Juan y que nos sorprendimos gratamente cuando descubrimos que está relativamente cerca.
Obviamente, una de nuestras tareas encomendadas para ese día fue jugar al susodicho juego (¡que mejor lugar!). Pero también nos dio tiempo de hacer otras muchas cosas. (Por cierto, ganó Juan, como siempre).
El atractivo principal del pueblo es este lago que tuvimos prácticamente en exclusividad. No es un paisaje precioso?.
Pudimos tirarnos en el cesped a que nos diera el sol de primavera y disfrutar de un tranquilo día de domingo.
Los peques jugaron, pasearon, hicieron pompas y se comieron alguna piedra,…¿no, David?
Tambien hubo tiempo para que Marcos se encariñara con la cámara de fotos e hiciera su primera instantanea. Salgo yo, y sorprendentemente salgo casi entera. ¡Este niño tiene madera!.
Los ríos son algo habitual en esta zona de Francia, pero aún así no me acostumbro y es que son tan bonitos,…
¡Hasta la próxima!