Pensé, que al venirnos a Francia, una de las cosas que más echaríamos todos de menos sería la playa.
Porque la playa y el mar es una de esas cosas que apenas empleas cuando la tienes cerca pero que no puedes vivir teniéndola lejos.
A medida que se acercaban las fechas estivales me empapé en internet de sustitutos (decentes) de como combatir los calores y que los niños se entretuvieran.
Ha sido una agradable sorpresa descubrir que hay infinidad de playas de río, de lagos, de áreas de agua y bases de entretenimiento preparadas para estos menesteres.
No es una playa, por supuesto, pero se le acerca bastante. Tiene agua (dulce), arena, chiringuito,… y el hecho de que no esté en el mar le da algunas ventajas como las mareas, las olas o el sabor a sal.
Esta playa de lago, cerquita de casa, además, ha sido la primera que hemos explorado y la verdad es que ha resultado ser todo un acierto.
Lo mayores (a los que no pude hacer ninguna foto porque no salieron del agua) se lo pasaron pipa y los peques, por supuesto, también.
Ahora tenemos una lista enorme de playas que descubrir, esperemos que nos de tiempo este verano.


