Por segundo año consecutivo celebramos el cumple de David en el Animaparc. Es un parque situado en mitad del campo y que combina los animales de granja ( a los que puedes visitar, tocar y darles de comer) con las atracciones de feria y los columpios para niños más bien pequeños.
Los conejos y cabras se alegraban mucho de vernos y Marcos intentó vencer sus miedos y darles de comer como sus hermanos. Todo fue muy divertido hasta que una oveja le pellizcó un dedito y a pesar de la reprimenda que le echó David a la susodicha oveja, Marcos ya no se acercó más.
(¿No pensais que es la cara de la felicidad más absoluta?)
Después pasamos a la parte de las atracciones: Nos subimos en gusanos, trenes, coches, tractores, toboganes, ranas, camas elásticas, canoas,….uffff (agotador)
También nos dio tiempo de recoger huevos de Pascua que después podíamos cambiar por los de verdad, los de chocolate, que esos sí que valen la pena. Como no teníamos dónde guardarlos papá nos los metía en la capucha que hacía las veces de cestas improvisadas.
Y como en todo cumpleaños que se precie había tarta. Mamá había preparado una especialmente para David con la cara de Elmo que a él le encantó (como no) y que estaba hasta buena.
Pudo soplar la vela con el número 2 que David había elegido y hasta recibió algunos regalitos.
¡Feliz cumpleaños, peque!.















