La segunda parte del cumpleaños de David ha sido ir al «Animaparc». Un parque en medio del campo que mezcla las atracciones de feria, con los juegos entre los árboles y con los animales. Todo un acierto.
Descubrimos hace poco que al chiquitín le chiflan los animales (todo lo contrario que Marcos, que les tiene pavor) y decidimos hacer un plan al gusto del peque que el pobre tiene pocas ocasiones de opinar (todavía).
La entrada te incluye un cuenco con comida de animales y un par de zanahorias para que se lo puedas ir dando a los diferentes animales que te vas encontrando durante el recorrido.
Los niños dieron de comer a «las bestias», unos más reacios que otros.
Después de ver a los animales pasamos a la parte de las atracciones. La mayoría están pensadas para niños bastante pequeños y «los mayores» tuvieron que resignarse un poco para que los peques tuvieran su momento.
Pero lo mejor de lo mejor fueron las camas elásticas. Ahí sí que sí, mayores y pequeños estuvieron botanto hasta no poder más.
Pero nos faltaba un trocito de Animaparc por descubrir y era el del «acrobranch» que no es otra cosa que ir saltando de rama en rama, trepando, escalando y haciendo tirolina como si fueras un mono.

En definitiva resultó ser un gran sitio porque todos encontraron su entretenimiento. Hasta David que descubrió que también allí había huevos de Pascua para buscar.
Volveremos !!









