Despues de casi medio año hacemos una visita fugaz a nuestra adorada isla. Han sido apenas cinco días, pero intensos en los que hemos podido disfrutar de los amigos y la compañía nuestra gente bajo el suave sol de la primavera (que no hay que menospreciarlo).

Volvemos después de cargar las pilas de sonrisas, cenas y comidas en buena compañía, muchas anecdotas y muchas charlas y la promesa de vernos pronto (otra vez).
También hubo tiempo de playa, y es que nuestros pequeñines apenas la recordaban, así que se lo pasaron pipa rebozandose cuan croquetas en harina.
¡Gracias por los momentos, chicos! Os echamos de menos.







